Es un equipo que no puede fallar de ninguna de las dos partes, un equipo en el que se juegan muchas cosas: cuando una familia decide contratar a una empleada doméstica o una niñera que se haga cargo de su casa o del cuidado de sus hijos, muchas cosas se ponen en juego. Para quienes necesitan tomar una empleada, palabras como confianza, responsabilidad y seriedad se vuelven centrales. Y para quien va a trabajar en un hogar la incertidumbre de cómo serán la dinámica y los vínculos en esa familia y cómo será tratada e integrada asoma como una incógnita a develar que también genera expectativa y tensión. No es un momento fácil ese primer encuentro y es importante ser claros en las necesidades y en las cosas que se pueden aprender con el tiempo y en las que no deben faltar desde el primer día.
Es importante iniciar con tiempo un proceso de selección, en el que la entrevista será un factor importante, sino crucial. Hacer todas las preguntas que sean necesarias, tomarse tiempo para escuchar, averiguar sobre la expectativas de la persona, sus capacidades, su vida personal y su experiencia laboral minimiza las chances de error y el riesgo de problemas.
Diez claves para entrevistar a la empleada doméstica o niñera
Los expertos en temas laborales comparten algunos consejos que nos permiten obtener el mayor partido de la entrevista personal con la candidata o candidatas que aspiran a trabajar en tu casa:
- Es importante realizar la entrevista en la casa donde la empleada de hogar vaya a realizar su trabajo. Así podrá hacerse una composición del lugar e evitaremos sorpresas el día de incorporación a su trabajo.
- Es recomendable que la primera parte de la entrevista sea a solas con la candidata.
- Dado que la persona se sumará a tu hogar, tener referencias personales y laborales es fundamental. Preguntale todo lo que necesites saber al respecto y pedí referencias y chequealas.
- Preguntas que debemos hacer: ¿Por qué elige trabajar en una casa en lugar de otro tipo de trabajo? ¿Qué es lo que le gusta de ese trabajo? ¿Qué temores o inquietudes tiene al respecto? ¿Con qué tipo de familia ha trabajado con anterioridad? ¿Cuál era su rol? ¿Qué edades tenían los niños que ha cuidado? ¿Sabe cocinar? ¿Le gusta? ¿Qué tareas de la casa hace con gusto y cuáles le gustan menos? ¿Sabe planchar? ¿Es ordenada y tiene capacidad de organizar su rutina y llevar adelante lo que se le pide en la casa? la compra para la casa. ¿Sabe utilizar los electrodomésticos de la casa? Lavarropas, horno, aspiradora, etc.
- Otros temas a averiguar: dónde vive y cómo llegaría hasta nuestra casa; hábitos; saber si tiene otra actividad principal (por ejemplo: estudio/otro trabajo) y cuáles son los horarios; podés preguntar su tiene alguna afiliación religiosa en particular que pueda afectar la forma en que cuide a los niños, si tiene conocimientos de primeros auxilios y si toma medicamentos por alguna situación en particular; si alguna vez tuvo que enfrentarte a una crisis en el trabajo y cómo la manejó;
- Durante la entrevista fíjate no sólo en las respuestas sino también en su reacción corporal y expresión facial.
- En algún momento, incorporá a tu familia al encuentro. Si tenés niños, es el momento de comprobar cómo va a ser la relación entre ellos.
- Si la candidata te gustó, podés solicitar una segunda entrevista en caso de que te haya quedado alguna duda. Escuchá tu intuición: en estos casos suele ser un factor muy importante a tener en cuenta.
- Dejá muy claro cuáles son tus condiciones de trabajo, respecto a salario, vacaciones, número de horas que se trabajan, descansos, condiciones especiales, etc.
- Ponete en el lugar del futuro empleado y abrite a sus preguntas, sus temores, lo que desea saber. Cuanto más comunicación haya de las dos partes mejor será el vínculo. Y no olvides que a la par de los “deberes” que plantees debés dejar en claro cómo será la retribución, el tipo de contratación, el día de pago y todo lo que tiene que ver con los derechos del trabajador doméstico.
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